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Huertos Familiares: más de 100 vecinos del Salar de Atacama cultivan sus propias hortalizas en el hogar

Huertos Familiares: más de 100 vecinos del Salar de Atacama cultivan sus propias hortalizas en el hogar

El proyecto nació a pocos meses de iniciada la emergencia sanitaria por Covid-19 para apoyar a las comunidades a obtener hortalizas en sus casas sin tener que salir a buscarlas. A más de un año, vecinos continúan con el programa que ayuda a preservar la cultura agrícola de la zona.

Con el apoyo del programa Atacama Tierra Fértil

Acelgas, lechugas, tomates, rábanos, cebollines, zanahorias y frutas son parte de lo que cosechan más de 100 vecinos de las localidades del Salar de Atacama, quienes instalaron en sus hogares diversos huertos familiares que les han permitido generar sus propios alimentos y, por cierto, aumentar sus conocimientos agrícolas; un sector productivo tan importante a lo largo de la historia Lickanantay.

 

Los huertos familiares comenzaron a ocuparse por las familias de la cuenca del salar hace más de un año, bajo la iniciativa de SQM a través del programa Atacama Tierra Fértil, con foco en ayudar a las personas en los instantes más complejos de la pandemia por covid-19 y cuando era más difícil salir de las casas para evitar contagios y por las restricciones horarias.

 

El programa que tuvo una positiva recepción por los vecinos y vecinas, actualmente continúa desarrollándose en localidades como Toconao, Peine, Camar, Socaire y Talabre. Ema Zelada es una de las vecinas que recibió un huerto familiar y dispuso un sector privilegiado en el patio de su casa para llenarlo de frutas y hortalizas.

 

“Planté frutillas porque me encantan. Nos llegó el huerto, fertilizantes y tierra de hoja, lo que fue increíble para mí. Acá en Toconao siempre ha estado el tema de la agricultura, pero las nuevas generaciones no nos hemos preocupado tanto de eso y esta iniciativa es una oportunidad para preservar nuestro patrimonio agrícola”, dijo Ema.

 

CULTIVAR EN CASA

La vecina agregó que las personas se vuelven más autónomas y se aprende a comer mejor, con alimentos más saludables. “Uno aprende de la naturaleza, vemos cómo pasa el tiempo y crece el alimento desde la tierra. Es un buen programa porque vivimos en tiempos complejos y hay que valorar el hecho de aprender a cultivar tu propio alimento”.

 

La también oriunda de Toconao, Luz Cruz, sostiene que los huertos familiares ayudan a las personas en el día a día. “Esto significa un ahorro también, porque gastas menos en alimentos al tener tu propio huerto en casa. Es una idea maravillosa porque te permite desarrollar la agricultura a pequeña escala y ver crecer tus hortalizas en el patio de tu casa”.

 

El vicepresidente de Comunidades y Medio Ambiente de SQM Salar, Alejandro Bucher, sostuvo que el programa Huertos Familiares es una iniciativa sostenible en el tiempo que permite dejar un legado agrícola en las generaciones más jóvenes y resguardar el patrimonio Lickanantay en esta materia.

 

“El programa nace de una necesidad que había que hacer frente de manera urgente, como apoyar en la generación de alimentos sin que las personas tuvieran que salir de sus casas para no exponerse al contagio del Covid-19. Pero es mucho más que eso. Este proyecto agroproductivo es también una manera de fortalecer la herencia agrícola del pueblo atacameño, impulsando la producción de hortalizas en los hogares y ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas”, precisó el ejecutivo.